La escuela rural suele describirse como una escuela incompleta, se le otorga una mirada de minusvalía respecto a la escuela graduada urbana. La escuela rural es un establecimiento alejado de las ciudades. Allí trabajan maestros que posibilitan
que la educación obligatoria esté disponible para todos los niños, niñas y jóvenes
que habitan los territorios más diversos de nuestro país, cuyo derecho es acceder a una educación de calidad como cualquier otro habitante de cualquier lugar.
Las escuelas rurales se encuentra por lo general en zonas que son difíciles de acceder, muchos de sus caminos no son asfaltados y se pueden observan un gran deterioro de estos por las lluvia. Los alumnos deben recorrer largas distancias, al igual que los maestros para poder acceder a la institución.
Los maestros no son de la comunidad, viven en la escuela durante la semana y el día viernes vuelven a sus hogares.
Por la baja densidad que presentan estas zonas rurales, es común que la matrícula escolar sea escasa, y no es posible formar un grupo por cada año escolar, por lo que se genera un sistema educativo totalmente diferente al conocido en las escuelas urbanas, son de unidocente o de personal único, y en cuanto al servicio que poseen son escasos, muchas de estas instituciones no poseen un tendido de red (cuentan con paneles solares que abastecen de electricidad), no poseen agua potable, en algunos casos.
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